Hola a todos los viajeros y no viajeros. Salimos de España y nos vamos a Portugal, a un pequeño pueblo con una gran joya arquitectónica: el monasterio de Batalha. Su nombre original es Santa María de la Victoria. Se construyó entre el año 1386 y se terminó en el 1517. Tiene 80 metros de largo, 22 de ancho y una altura máxima de 32,5. Es de estilo final gótico portugués y el claustro dio comienzo al estilo manuelino (propio del reinado de Manuel I).
Historia
En el año 1385 Portugal luchó contra los castellanos para independizarse en la batalla de Aljubarrota. La víspera del comienzo de la batalla el rey Juan I hizo un voto a la Virgen: si vencían edificaría un monasterio en aquel lugar. Vencieron y cuenta la leyenda que le rey en el campo de batalla tiró una flecha al aire y allí donde cayó se empezó a construir el monasterio en el 1386. Verdaderamente Juan I mando construir el monasterio para presumir de las riquezas de la dinastía de Avis y estableció que todos los reyes portugueses debían ser enterrados allí, aunque el último fue Juan II en el 1495.
En aquel tiempo Batalha era un pequeño pueblo pero llegaron gentes de lugares cercanos para erigir el monasterio y la población aumentó. El monasterio fue entregado a los dominicos. La obra se interrumpió durante el reinado de Manuel I, que se centró en la construcción del Monasterio de los Jerónimos en Lisboa. En el 1755 hubo un terremoto y, junto con el asalto y el incendio provocado por las tropas napoleónicas en 1810 y 1811, quedó en un estado ruinoso y expulsaron a todas las órdenes religiosas de Portugal en el 1834, quedando así el monasterio abandonado. En el 1840 el rey Fernando II lo restauró y en el 1983 fue declarado lugar Patrimonio de la Humanidad.
En aquel tiempo Batalha era un pequeño pueblo pero llegaron gentes de lugares cercanos para erigir el monasterio y la población aumentó. El monasterio fue entregado a los dominicos. La obra se interrumpió durante el reinado de Manuel I, que se centró en la construcción del Monasterio de los Jerónimos en Lisboa. En el 1755 hubo un terremoto y, junto con el asalto y el incendio provocado por las tropas napoleónicas en 1810 y 1811, quedó en un estado ruinoso y expulsaron a todas las órdenes religiosas de Portugal en el 1834, quedando así el monasterio abandonado. En el 1840 el rey Fernando II lo restauró y en el 1983 fue declarado lugar Patrimonio de la Humanidad.
Partes
- Iglesia. La nave central es más alta que las laterales. El altar coincide con el crucero. En la cabecera hay 5 capillas decoradas con vidrieras, algunas del año 1514.
- Capilla del Fundador. Tiene planta cuadrada y en el segundo piso una cúpula octogonal estrellada bajo la cual se encuentra el doble túmulo de Juan I y su esposa. En los muros de alrededor están sus 4 hijos (2 de ellos con sus esposas), Juan II, Alfonso V y su hijo el infante Don Alfonso. Este edificio se concluyó un año después de morir Juan I, en el 1434.
- Sala del Capítulo. Tiene planta cuadrada y bóveda estrellada. Cuenta la leyenda que su arquitecto se quedó ciego durante la obra, y su sucesor cada vez que intentaba quitar el andamiaje la cubierta se resquebrajaba y oscilaba. Entonces el antiguo arquitecto dirigió al otro y para comprobar que no se caía se sentó debajo durante tres días y no cayó. Está decorada con ricas vidrieras en las que se puede distinguir a Manuel I y a su esposa. En esta sala se encuentra la tumba del Soldado desconocido en honor a los soldados portugueses fallecidos durante la 1ªGuerra Mundial. Contiene los cuerpos de dos soldados portugueses muertos durante esta guerra y está custodiada siempre por dos militares.
- Capilla del Fundador. Tiene planta cuadrada y en el segundo piso una cúpula octogonal estrellada bajo la cual se encuentra el doble túmulo de Juan I y su esposa. En los muros de alrededor están sus 4 hijos (2 de ellos con sus esposas), Juan II, Alfonso V y su hijo el infante Don Alfonso. Este edificio se concluyó un año después de morir Juan I, en el 1434.
- Sala del Capítulo. Tiene planta cuadrada y bóveda estrellada. Cuenta la leyenda que su arquitecto se quedó ciego durante la obra, y su sucesor cada vez que intentaba quitar el andamiaje la cubierta se resquebrajaba y oscilaba. Entonces el antiguo arquitecto dirigió al otro y para comprobar que no se caía se sentó debajo durante tres días y no cayó. Está decorada con ricas vidrieras en las que se puede distinguir a Manuel I y a su esposa. En esta sala se encuentra la tumba del Soldado desconocido en honor a los soldados portugueses fallecidos durante la 1ªGuerra Mundial. Contiene los cuerpos de dos soldados portugueses muertos durante esta guerra y está custodiada siempre por dos militares.
- Claustro Real o de Juan I. Es uno de los sitios más bellos e importantes del monasterio. En él nació el estilo manuelino. Se comunica con los dormitorios, convertidos en bodegas; con el refectorio (convertido en el Museo de Ofrendas al Soldado desconocido), en el que se ve el púlpito desde donde el fraile lector leía durante la comida; y con la Sala Capitular.
- Claustro de Alfonso V. Es un claustro más pequeño. Las dependencias de alrededor eran antiguamente, en el piso bajo: un refectorio, una despensa, un almacén de leña y aceite, un lagar de vino y los talleres de los trabajadores del monasterio. En el piso superior: la librería y el archivo, la enfermería y algunos dormitorios. Existía otro Claustro de Juan III, que destruyeron las tropas napoleónicas y que no se reconstruyó. Los edificios de este claustro albergaban la hospedería, un establo, un granero y una escuela. También, en le exterior, había unas tierras de cultivo, una huerta, viñedos y vergeles con árboles frutales.
- Capillas Imperfectas. También se llaman inacabadas o panteón del rey Duarte. No se terminaron porque 4 años después de comenzarlas (1438), murieron el rey y el arquitecto. Tiene siete capillas. En la central se encuentra el panteón del rey Duarte y su esposa. En un principio, éstos fueron enterrados en la sala capitular al no estar acabado el panteón. En el siglo XX les trasladaron al altar mayor y finalmente, cumpliendo con el deseo real, descansan en su panteón.
Es un magnífico y hermosísimo lugar que no dejará indiferente a nadie, bien por sus dimensiones, su belleza o por su particular encanto. Os recomiendo sin duda que lo visitéis si tenéis ocasión.
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